martes, 12 de agosto de 2014

Naturaleza

Dejemos que la corriente nos lleve ...
No comprendo nada de lo que pasa a mi alrededor ...
hoy soy solo material disponible de la naturaleza y quizás del dolor,
mi corazón delator percibe cada una de las gotas de roció cayendo sobre mi rostro

Perdóname si es que algún momento se me escaparon las sonrisas y las caricias de mi manos,
suelo ser tosca y no recurro aquellos pensamientos "cursis", pues el amor no ha sido mi fuerte.

Toma mi mano y corre conmigo entre este bosque infinito de sentimientos encontrados, de luz tenue, de oscuridad maldita, de demonios adictos al dolor ... corre conmigo y liberémonos de tanta mierda que pasa a diario por nuestras cabezas y que perturban nuestra alma.

Acompáñame a llorar por los rincones y abrazémonos a un árbol,
dejemos que las hojas secas cubran nuestros cuerpos para siempre,
y dejemos que nuestra mente podrida se pudra con el musgo,
busquemos refugio en las raíces debajo de la tierra,
llenémonos de nutrientes de vida ...

Siente que la lucidez nos deja por un momento,
solo cerremos los ojos para ver por nuestra alma,
dejemos nuestras heridas enterradas y sellemos los nuestro con el silencio de los pájaros al pasar.

Escuchemos el agua cayendo por las piedras,
creemos un vínculo de lujuria natural entre dos animales salvajes
no dejemos rastro de nuestro humano pasar ...

Acostémonos en el firmamento y contemos las estrellas fugaces que podemos tragar,
llenemos de energía viva de la luna y soplemos algo de galaxias al andar ...
nuestros ojos son universos llenos de deseo ...

Magia infinita misericordia mía, llévame ante tu presencia celestial,
que mi pelo sea tus nidos ....
que mis manos sean tus ramas ...
que mi corazón sea tu llama ...
que mi alma sea tu luz ...
Oh naturaleza grandiosa, majestuosa de mi amor ... rapta este locura de ser,
penetra mis sentidos ... róbame la cordura y bajo la noche hazme el amor como las hadas ...
bésame la luna y perturbarme con tus sonidos incesantes ... llena de magnificencia cada rincón de mi
y recorre con tus ríos mis venas y con tus estrellas destellantes mi respirar.



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