Encuentro casi seductor el aroma de tu dolor,
encuentro casi melancólicamente adictivo tus sentimientos,
Perdóname si te hallo casi devorable a la hora del sufrimiento,
Me siento como hiena acechándote entre las penumbras de tu corazón,
rasgando aquellas heridas ya sanas que quiero ver sangrar nuevamente,
me encuentro como ave carroñera vigilandote desde lo lejos, esperando la hora
en la que desfallezcas en mis brazos y pidas por mi consuelo.
Soy aquel demonio que te susurra al oído recordandote que te rindas ante
la depresión, aquella que deja a los hombres vulnerables y podría decir que casi
maleables al antojo de cualquier situación de extrema violencia y soledad,
Encuentro perceptible tu olor en mis manos, en mi boca en mi ser,
es apetitoso el poder jugar con tu mente sin que lo notes,
no niego que la satisfacción recorre mi cuerpo,cuando buscas mi ayuda,
robarte tu alma, tus sueños tu tranquilidad, es algo tan dulce que
pretendo no hacerte feliz por lo contrario me propongo en hacerte
perder la cabeza con la facilidad de siempre y el empeño que
encuentras en mi para darte la oscuridad que tu mismo estas pidiendo.
