Y era la niña mas linda de aquel lugar ...
era la princesita entre un motón de borrachos, de viejos verdes que la miraban con aquel destello de perversión y de lujuria.
Era la noche de su cumpleaños, sus apenas 16 años ...
mi niñita bonita que se entre los tacones, los ligueros, aquellas tetas desarrolladas y su maquillaje provocativo la hacían ver de 20. Mi princesita, con aquellos ojos de niña buena era la mejor de aquél triste burdel ... de aquél sitio putrefacto.
Su show era el mejor de todos y casi todos perdían el aliento con sus encantos de niña de Lolita, perdida entre las noches, entre el manoseo de hombres grotescos, solo volvía a casa a esa que no era algo llamado hogar ... mi Lolita mi princesita sólo ruega por un sueño de salvación o por lo único que piensa es en la muerte.
Mi pequeña prostituta le pide al cielo que se la lleve y que lo que perdió para siempre y marca su destino sea devuelto a la entrada de eso que le dicen el edén. Que cumpleaños mi niña, las limosnas de fingir orgasmos y de encantar a cada cliente se vuelve casi una rutina de actuación, a veces cuando la miraba me preguntaba en que pensara cuando se acuesta con esos malditos pedófilos, pobre mi niñita que no conoce el amor, ningún amor.
Mi prostituta infantil hablaba por horas sobre viajes, plata, y una familia grandota,
a veces lloraba al recordar que sus heridas no habían cerrado del todo y que aún duelen,
extrañaba aquella familia que algún fue asesinada frente a sus ojos de bebé, y que su lucha era por algún día reunir la platica para poderse ir de ese pueblo maldito donde casi todos los hombres se la habían comido como un trofeo.
Solo quisiera haberle podido no solo ser su confesor si no su cómplice entre aquella aventura de escapar de este pueblo maldito, maldito por sus conflictos con todos los entes fuera de la margen o dentro de la margen de la ley, este maldito pueblo que etiqueta con cualquier hp calificativo, para ser la excusa perfecta para ser un muerto más.
La última vez que estuve donde Doña Magola, me encontré con la triste noticia de aquella linda prostituta, que triste la verdad es la vida que se va sin dejar huella, esta efímera vida que no deja nada. Mi Lolita había tenido que lidiar, que luchar, un cliente ese maldito cliente se la llevó a ese camino que no tiene vuelta, aquél que es oscuro e incierto. Mi Lolita fue ahorcada por un borracho desquiciado, por un demonio que no era persona, su intoxicación fue la clave de liberación de mi princesita. A mi muñequita de tan solo 16 años le arrebataron la vida y fue su última lágrima la cayó de su rostro, de su rostro de ángel.
Y tan sólo las estrellas guardan su cuerpo sin vida, y el manto celeste es ahora su ataúd.
Es de tu autoría?
ResponderEliminarSi yo lo escribi
ResponderEliminar